sábado, 1 de febrero de 2014

Noche de antes del MIR

Son las 2 de la madrugada. Mañana me presento al MIR. Esta tarde a las seis he dejado de estudiar. Me he comido tres boles de cereales mientras escuchaba "California Girls" de los Beach Boys a todo trapo. Luego he acompañado a mi madre a hacer recados. Hacía muchos días que no pisaba la calle. Hemos ido a una tintorería a recoger una corbata de mi hermano. Ignorante de mí, pensaba que ya no existían las tintorerías. Creo que no había estado nunca en una. Me sonaba a empleo de los que me hablaba el abuelo: farolero, botones, vedel, ordenanza... Palabrejas que ya no se suelen oír hoy en día, curiosamente. No sé si porque se considera que tienen un tono en parte despectivo: para mí no lo tienen, desde luego. Todo lo contrario, me parecen muy bonitos.

La experiencia de ir a una tintorería ha estado bien. Olía a tienda vieja. Nos ha atendido una abuela muy simpática, con sus zapatillas de estar por casa. Reconozco que me ha dado hasta envidia: se notaba que le daba exactamente igual lo que la gente pensara de ella. Pelo despeinado y desteñido, gafas prehistóricas... Nada que demostrar a nadie. Un gusto, acostumbrado a lo que se suele ver hoy en día.

Después ha habido tiempo para dar un largo paseo: la casa de la sombrera, tía de mi abuela materna (otro oficio de los que mencionaba el abuelo, por cierto); la casa de la calle Mallorca, ya sustituida por otra: parece increíble que de pequeño el abuelo jugase a fútbol en la calzada, con la de coches que pasan hoy en día; Las antiguas Teresianas, a las que fue mi madre hasta los doce años...

Yo estaba poco hablador, supongo que por toda la tensión acumulada. Pero me ha encantado escuchar a mi madre explicándome cosas del pasado. Me ha ayudado a encontrarme conmigo mismo y al mismo tiempo a recordar que no soy el centro del mundo: hay mucha gente que lo pasa y que lo ha pasado mal.

Después ha habido tiempo para cenar, para aguantar las lágrimas y para después ponerme "El Discurso del Rey" y acabar soltándolas. Por la película y por la sensación de saber que me he desfondado, se vea o no reflejado en los resultados.

Me han pasado bastantes cosas por la cabeza, pero prefiero esperar a otro día para seguir explicándolas. Ahora mismo me siento relativamente tranquilo.

Me voy a dormir orgulloso de haber aprendido y experimentado algo nuevo: dolor de costado. Y es bastante molesto, porque me fastidia al respirar. Es en el lado derecho. Tiene gracia, porque al mismo tiempo tengo una llaga en la lengua que me ha estado fastidiando todo el día. Y como gran médico y opositor que soy, no tengo cura para ninguna de las dos cosas.

Buenas noches y mucha suerte a todos.

2 comentarios:

  1. Anónimo9:51

    Hoy es el último "simulacro"....... Confiemos en nosotros mismos. Mucha suerte Hége, y muchísimas gracias por escribir lo que muchos sentimos en la preparación del MIR. Nos comeremos el mundo. A por ello campeón!! Un abrazo muy fuerte. Gilbert.

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  2. ¡Gracias a ti por escribir, Gilbert! Que vaya muy bien. Un abrazo

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