lunes, 28 de julio de 2014

Octava guardia de medicina

Mañana la octava. Quizás la afronto con más seguridad. Para nada voy confiado, pero sí más convencido de lo que tengo que hacer en diversas para que no se me escapen detalles importantes.

Estoy feliz, aunque al mismo tiempo algo triste por la lejanía de una querida amiga. Sin ella parece que todo es más gris y la vida cuesta más. Tendré que ir a verla en breves.

Por otro lado, ya tengo ganas de volver a Psiquiatría. Es la verdad. Para eso he hecho el esfuerzo de todos estos años. Y eso que Neurología me está gustando. Quizás me da más pereza rotar por Medicina los últimos meses del año. Aunque me han dicho que está bien. Y sin duda tengo que aprovechar para aprender toda la medicina que pueda para que me sirva para el resto de mi vida...

sábado, 5 de julio de 2014

Guardias de Medicina en Urgencias

Llevo ya unas cuantas guardias, y creo que me están sirviendo para aprender medicina de verdad. La teoría puede ser más o menos difícil, pero desde luego lo más importante es el manejo de las situaciones del día a día. Y ahí es donde estoy mejorando, poco a poco. Con guardias mejores y con guardias peores.

Mañana tengo mi quinta guardia y hasta ahora han ido bastante bien, a pesar del agobio que me han ido generando diferentes situaciones y pensamientos inevitables. En concreto ahora mismo estoy en fase de sentirme bastante inútil: veo que sé poco, que me cuesta manejar todavía el sistema informático, que constantemente tengo la sensación mental de ir muy perdido... El día antes de la guardia ya comienza la ansiedad: ¿y si la pifio? ¿y si no aguanto físicamente? ¿y si no aguanto psíquicamente? ¿y si los adjuntos no me hacen caso? ¿por qué demonios me habré puesto tantas guardias?

En enero ya empezaré de lleno con Psiquiatría, guardias incluidas. Pero hasta entoces me gustaría aprender lo máximo y hacerlo lo mejor posible... Me cuesta no desanimarme cuando algún adjunto o miembro de enfermería te suelta algún comentario fuera de tono. Por supuesto que pienso que hay que agachar la cabeza e intentar sacar lo positivo de todo, pero a veces cuesta, y lo peor es cuando te genera un desánimo persistente (quizás esto es lo que hay que evitar más enérgicamente).

Cuesta entender a la gente que está amargada desde el primer momento o que prácticamente ni te mira a la cara para escucharte o hablarte. Pero supongo que sus problemas y razones tendrán, y casi me sabe peor por ellos...

Por suerte muchos médicos y enfermer@s son muy amables, y eso se agradece un montón. Ojalá tenga suerte con los de mañana.

El objetivo para mañana es intentar mantener la calma en todo momento e ir haciendo sin prisa. A ver qué tal...