miércoles, 19 de febrero de 2014

Sensaciones Post-MIR

Ya han pasado 18 días desde que hice el MIR. Me han servido para desconectar, ver a gente que hacía tiempo que no veía, hacer cosas como simplemente salir a la calle a ver que se cuece por ahí, jugar al Age of Empires contra mi hermano... Todas esas cosas que eran impensables hace unos meses. Y sienta bien. Es así. Sobre todo las cosas que no exigen casi de la utilización de la mente.

Es curioso por eso porque pretendía ponerme a grabar un disco inmediatamente, pero no he sido capaz de hacer prácticamente nada. Sí he tocado muchos días con amigos del mundillo musical, pero no he conseguido ponerme en serio a hacer cosas. Y hoy, que por fin me he decidido a escribir, he descubierto en parte por qué: a pesar de haber desconectado estos días, todavía acumulo el desorden de vida que yo mismo generé por encerrarme a estudiar a lo bruto y con el horario bastante girado.

Así que ahora estos días me toca pararme a reflexionar y ver qué cosas tengo que cambiar para volver a la normalidad. Necesito llegar hasta lo más profundo de mi ser para repasar las típicas cosas que se tienen claro pero que sin duda necesito refrescar: primero Dios (el que crea en Él) o el Amor en mayúsculas (en esto es más difícil no creer quizá), luego familia, una querida amiga, amigos... Sin olvidar que para poder querer a la gente que me rodea, que es lo que toda la vida me han explicado (y he experimentado) que da la felicidad, necesito estar bien yo. Ahí es donde entra hacer deporte, reflexionar con pausa (imprescindible esto, porque tiendo a comerme la olla con nerviosismo y esto sí que acaba por pasarme factura), comer adecuadamente, tomar el sol...

Esta tarde he ido a dar clase de guitarra a unos chavales de mi colegio y me lo he pasado en grande. Me han alegrado la vida. Hasta el punto de que una vez más me he planteado si Psiquiatría es lo mismo y si quizá debería tirar hacia el mundo de la enseñanza: creo que me encantaría y sería feliz con ello. Pero el gusanillo de probar con Psiquiatría siempre está ahí...

No sé. Supongo que de momento me toca esperar a ver si entro en Psiquiatría y probarlo. Y si no me gusta dejarlo e ir a por lo de la enseñanza. Si suspendiera el MIR, aunque en principio tenía pensado repetirlo, me lo replantearía...

En fin, estas son mis sensaciones y reflexiones post-míricas ahora mismo. Iré haciendo un recopilatorio conforme vayan avanzando los días. Ah, y por cierto, ¡está confirmado! ¡Me voy a Nueva York una semana a encontrarme con una querida amiga! Mi buena madre me ha prestado el dinero para poder hacer este viaje: me hace mucha ilusión y sé que me va a sentar increíblemente bien (además de así poder ver a una querida amiga después de más de dos largos y desalentadores meses lejos de ella).

¡Seguiré escribiendo!

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