lunes, 27 de junio de 2016

Del Revés (Inside Out)

Reflexiones concretas de esta maravillosa película que es "Del Revés (Inside Out)":
A veces la tristeza, en alguna de sus múltiples manifestaciones (melancolía, nostalgia, lloro...), puede ser muy gratificante, como denota el momento en que el amigo imaginario Bimbón acaba dando un abrazo a Tristeza y a partir de ese momento de comprensión los planes vuelven a su cauce. También tiene la magistral idea de asustar a Riley para que despierte y así poder proseguir con el viaje cuando el tren se apaga (cuando duerme hay menos electricidad).
En algunos momentos de la película, Alegría menosprecia a Tristeza, sin embargo cuando los problemas se solucionan y Riley vuelve a ser feliz, coincide justamente con cuando Alegría consigue mantener una buena relación con Tristeza.
Me gustó especialmente el momento en el que las centrales de Riley, su padre y madre, se contagian las diversas emociones. Creo que se corresponden con una imagen real de las dinámicas de grupo de la sociedad en día (quizás antaño había mayor dilación a la hora de transmitirse las emociones los unos a los otros, lo cual en ciertas situaciones puede ser conveniente para mantener la paz).
Aunque quizás sea algo simplista, no deja de ser un buen recordatorio de virtudes y pilares vitales la descripción de las islas de la personalidad: de la amistad, de la sinceridad, de la familia, de las tonterías...
SPOILER (no sigas leyendo si aún no la has visto):
Al final de la película, las cuatro emociones consideradas a prioridad negativas, contribuyen a la salvación de Alegría y, consecuentemente, de Riley.
La tristeza transitoria del final, en el que Riley se arrepiente de haberse fugado, sirviendo también para que transmita sus sentimientos, después de muchos días quedándoselos para ella misma.
Por cierto, a mi juicio una de las claves que hacen de una experiencia sublime el visionado de la película es el acompañamiento musical (la banda sonora está compuesta por Michael Giacchino).
Aquí va uno de los trailers de la película, os animo a que la veáis:

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miércoles, 8 de junio de 2016

Algunas reflexiones

Estoy enfermo. Y supongo que por eso también tengo algo más de tiempo para reflexionar, entre golpe y golpe de tos. Y llevo un tiempo con ciertas dudas y temores que me asolan. Por desgracia he estado en contacto con varios casos muy graves últimamente, a lo cual se suma un exceso de guardias sin tiempo para reflexionar.
Hay mucha gente que acude a urgencias. Muchos vienen y especifican síntomas psíquicos concretos: ansiedad, depresión, ideas delirantes, alucinaciones... Otros relatan acontecimientos vitales, que muchas veces asocian a síntomas concretos. En ambos casos, esas personas llevan a cuestas una vida, con unas vivencias, unos sentimientos, unas emociones, unos pensamientos, con sus respectivas relaciones humanas y con el entorno. A veces, por las prisas que lleva el personal sanitario y las largas esperas a las que son sometidos los que acuden a urgencias, es fácil que pasemos esto por alto.
Muchísima gente, por desgracia, admite que se le han pasado por la cabeza ideas de muerte como solución a los problemas. El circuito que funciona en el sistema público quizás no sea tampoco lo mejor para muchos de las personas que solicitan ayuda en estos casos. ¿Y todo esto por qué lo digo? Porque la Psiquiatría tiene limitaciones. Y mucho mayores de las que la gente cree, incluso muchos psiquiatras. En un mundo tan rápido como el de hoy, sigue sin existir un tratamiento que pueda combatir las desgracias con las que mucha gente se encuentra en el día a día. No existen fármacos para combatir la soledad, la impotencia, la rabia... Aunque a veces se intente ayudar paliando los síntomas.
Es un tema que da para mucho, continuaremos otro día.