Reflexiones concretas de esta maravillosa película que es "Del Revés (Inside Out)":
A veces la tristeza, en alguna de sus múltiples manifestaciones (melancolía, nostalgia, lloro...), puede ser muy gratificante, como denota el momento en que el amigo imaginario Bimbón acaba dando un abrazo a Tristeza y a partir de ese momento de comprensión los planes vuelven a su cauce. También tiene la magistral idea de asustar a Riley para que despierte y así poder proseguir con el viaje cuando el tren se apaga (cuando duerme hay menos electricidad).
En algunos momentos de la película, Alegría menosprecia a Tristeza, sin embargo cuando los problemas se solucionan y Riley vuelve a ser feliz, coincide justamente con cuando Alegría consigue mantener una buena relación con Tristeza.
Me gustó especialmente el momento en el que las centrales de Riley, su padre y madre, se contagian las diversas emociones. Creo que se corresponden con una imagen real de las dinámicas de grupo de la sociedad en día (quizás antaño había mayor dilación a la hora de transmitirse las emociones los unos a los otros, lo cual en ciertas situaciones puede ser conveniente para mantener la paz).
Aunque quizás sea algo simplista, no deja de ser un buen recordatorio de virtudes y pilares vitales la descripción de las islas de la personalidad: de la amistad, de la sinceridad, de la familia, de las tonterías...
SPOILER (no sigas leyendo si aún no la has visto):
Al final de la película, las cuatro emociones consideradas a prioridad negativas, contribuyen a la salvación de Alegría y, consecuentemente, de Riley.
La tristeza transitoria del final, en el que Riley se arrepiente de haberse fugado, sirviendo también para que transmita sus sentimientos, después de muchos días quedándoselos para ella misma.
Por cierto, a mi juicio una de las claves que hacen de una experiencia sublime el visionado de la película es el acompañamiento musical (la banda sonora está compuesta por Michael Giacchino).
En algunos momentos de la película, Alegría menosprecia a Tristeza, sin embargo cuando los problemas se solucionan y Riley vuelve a ser feliz, coincide justamente con cuando Alegría consigue mantener una buena relación con Tristeza.
Me gustó especialmente el momento en el que las centrales de Riley, su padre y madre, se contagian las diversas emociones. Creo que se corresponden con una imagen real de las dinámicas de grupo de la sociedad en día (quizás antaño había mayor dilación a la hora de transmitirse las emociones los unos a los otros, lo cual en ciertas situaciones puede ser conveniente para mantener la paz).
Aunque quizás sea algo simplista, no deja de ser un buen recordatorio de virtudes y pilares vitales la descripción de las islas de la personalidad: de la amistad, de la sinceridad, de la familia, de las tonterías...
SPOILER (no sigas leyendo si aún no la has visto):
Al final de la película, las cuatro emociones consideradas a prioridad negativas, contribuyen a la salvación de Alegría y, consecuentemente, de Riley.
La tristeza transitoria del final, en el que Riley se arrepiente de haberse fugado, sirviendo también para que transmita sus sentimientos, después de muchos días quedándoselos para ella misma.
Por cierto, a mi juicio una de las claves que hacen de una experiencia sublime el visionado de la película es el acompañamiento musical (la banda sonora está compuesta por Michael Giacchino).
Aquí va uno de los trailers de la película, os animo a que la veáis:
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