El ansia viva me ha podido y he abierto con poco cuidado la caja que nos han dado con todos los manuales. Para rasgar el celo he utilizado unas tijeras, con la mala suerte de que sin darme cuenta he rayado la portada del manual de anestesiología (que, por otra parte, pensaba que no entraba en el MIR).
Todo el ritual de apertura ha sido presenciado por el bueno de mi abuelo, que me ha lanzado un "ya puedes estudiar mucho, ¿eh?", a lo que he respondido con un "bueno, bueno... aún quedan veinte meses" (equivocadamente, porque creo que en realidad son quince).
Tras la charla de bienvenida a la academia había salido con cierto agobio: ha sido bastante aburrida, larga y además éramos trescientos mil en el aula. Sólo salir ya le he respondido afirmativamente a un compañero que me ha preguntado si me había agobiado. Pero desde ese momento ya he decidido que al margen de la "competitividad" que seguro surgirá, mi objetivo es plantearme el estudio del MIR como una serie de metas personales, independientes totalmente del resto de la gente. Como a mí me gusta hacer las cosas en general, vamos. Con tiempo ya iré concretando y decidiendo cuáles van a ser. Ahora mismo me siento muy tranquilo y escribo con disfrute.
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