lunes, 25 de noviembre de 2013

Admitiendo y solucionando un problema

Me da miedo admitírmelo a mí mismo: tengo miedo. Pero he decidido que me voy a sobreponer. Y la manera de hacerlo no es otra que escribiendo cada día. Y si a alguien le sirve, genial. Aunque no creo, porque realmente me siento un inmaduro escribiendo lo que voy a escribir: me da miedo suspender el MIR.

Tengo miedo de fracasar, de desanimarme, de reventar psicológicamente, de ser incapaz de levantarme, de rendirme y no volver a presentarme al año siguiente por verlo imposible... O por simple miedo a pasarlo mal otra vez. Nada nuevo en realidad. No sé si ya lo había escrito alguna otra vez en otras partes del blog, pero en realidad de este miedo ya era consciente. Se lo he dicho a muchas de las personas que me aguantan en el día a día (que sin duda se merecen un lugar en el cielo con las chapas conscientes e inconscientes que les debo pegar...).

Pero lo que es peor y que si había pensado alguna vez (quizá durante la carrera), había olvidado, es que tengo también miedo de aprobarlo. Y esto es lo que me está matando. Creo que es la raíz de que las cosas no me estén saliendo como quiero: tengo miedo a entrar en el mundo laboral y no ser capaz de seguir el ritmo, a no estar a la altura, a que no me guste, a no tener la fortaleza para llevar el día a día... No tiene nada que ver con que vaya a elegir Psiquiatría. De eso estoy convencidísimo, es lo único que me llama desde hace 8 años, cuando elegí el bachillerato biosanitario. Creo simplemente que tengo miedo a enfrentarme con la realidad de lo que supone una profesión.

No me ha ayudado últimamente la música tampoco, mi acompañante también desde hace diez años: ha perdido su función, que al final es transmitir algo que te sirva, ya sea en forma de ideas, sentimientos o pura diversión. Creo que últimamente para mí ha sido más una especie de "excusa" o "vía de escape" para no afrontar la realidad, que es que de momento no tengo los medios para vivir de la música y voy a tener que vivir de una profesión más "normal", por decirlo de alguna manera.

Me encanta la música, y si pudiera me dedicaría, pero a día de hoy no puedo vivir de ella (los meses después del MIR me voy a encerrar a grabar un disco en esta habitación, por eso...) y la Psiquiatría es lo que tengo más a mano para ganarme la vida. Y me da miedo, pero se ha acabado: me propongo firmemente cada día escribir mis reflexiones sobre el tema, para saber sobreponerme. Quiero afrontar de cara lo que tengo ahora. Y si no me decido a perder el miedo, siempre competiré en desventaja contra la mayoría de aspirantes a un puesto MIR, que sin duda están convencidos desde hace años de que la medicina es lo suyo.

Me quedo muy tranquilo escribiendo esto, y salgo rumbo a la biblio para pegar un apretón de estudio. Mañana más y mejor.

P.D: Esta postdata musical va por la realidad (no musical, al menos de momento): http://www.youtube.com/watch?v=fJ9rUzIMcZQ

3 comentarios:

  1. Hola! Me he topado con tu blog por pura casualidad, mientras buscaba una lista sobre enfermedades con afectación palmoplantar... sí, adivinas bien si supones que soy otra compañera de penas míricas :p.

    Sólo quería decirte que mucho ánimo, y que pienses que en unos meses todos esos miedos Seguro que habrán desaparecido. O evolucionado, al menos. Creo que prácticamente todos y todas nos encontramos así, nos acojona oír hablar de la primera guardia, de cuando tendremos que hacer cosas y nos dejarán solos, de cuando ya no podremos excusarnos con un "es que soy estudiante... pregúntele a ése de ahí"...

    Pero miles de compañeros ya han pasado por ahí, y ahí siguen. Creo que eso es lo que más fuerza nos puede dar =). Por muy excepcionales (no en el buen sentido de la palabra) que nos tendamos a creer, en realidad no solemos estar tan lejos del grosso del común de los mortales (en este caso, protomediquitos o residentes novatillos).

    Además, tú de hecho tienes claro que la psiquiatría es el campo que te gusta. Eso es super importante, hay muchos otros que llegamos y a estas alturas a lo mejor ni tenemos del todo claro qué queremos.

    Lo dicho, mucho ánimo para estos dos mesecillos que nos quedan, es el último empujón! ;)

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola! Primero de todo, gracias por escribir. La verdad es que no lo había pensado y es cierto que la mayoría de gente debe estar así. Muchos también me imagino que todavía no lo piensan. A mí en concreto me ha llegado anticipadamente el miedo, supongo que porque no soy el más convencido del mundo de mi vocación médica.

    Muchos ánimos para ti también y espero que puedas elegir algo que te guste y te llene a nivel personal.

    ¡Saludos!

    ResponderEliminar