Tras admitir que no es mi mejor día, desde ya hace un tiempo estoy indignado con que el Ministerio no anule preguntas que están claramente mal escritas. Tiene gracia... Algunos de los examinadores deberían volver a examinarse ellos mismos, pero de lengua. No sólo de ortografía. Más de sintaxis, o de comprensión lectora. Porque hay preguntas que son difíciles de entender por culpa de lo mal redactadas que están: en cada simulacro y en cada MIR que he ido haciendo me encontrado algunas.
En fin, ahora sólo queda resignarse e intentar hacerlo lo mejor posible. Pero al menos queda constancia en el blog y yo ya me he quejado.
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