Esta noche he visto Harry Potter y el Prisionero de Azkaban con mis hermanos, mientras iba haciendo preguntas de Nefrología. Y he de admitir que al ver a los dementores chupando el alma de Harry me he sentido identificado: el MIR a veces parece que te quita la alegría. Pero por suerte todo acaba pasando, y aquí estoy a la 1:45 dándole caña a la Nefrología. Ya sólo me quedan siete preguntas para acabar.
Ahora acabo de sacar la cabeza por la ventana para recordar cómo era eso de sentir el aire fresco en la cara y oír el murmullo silencioso de la ciudad dormida. Al más puro estilo de días infantiles de vicio compulsivo al ordenador y a la Play, olvidando la realidad. Qué tiempos aquellos... No los veo tan lejanos. Creo que aún sigo siendo un niño, sólo que algo (no mucho) más curtido.
En fin, qué misterioso es todo. No entiendo nada de lo que es la vida. Pero bueno, ya tendré tiempo para entrar en disquisiciones filosóficas en cuanto esto se acabe.
Hola,
ResponderEliminarPiensa tambien en lo que aprecias ahora los pequeños amagos de libertad. Cuando vaya pasando el tiempo despues del examen y tengas todo el tiempo del mundo, cambiará tu perspectiva. Yo cuando mas disfruto los ratitos libres es cuando mas ocupado estoy. Ánimo!
Hola!
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario. He experimentado lo que dices algunas veces, es cierto... Supongo que tendría que dedicar cada día un tiempo a ordenarme el día, porque ahora lo voy haciendo todo un poco a lo bruto, sin orden ni concierto: creo que influye que queden pocos días y que no tenga muchas esperanzas (no lo digo tristemente, sino aceptando un poco la realidad, aunque sepa que podría tener suerte el día del MIR y que pase algo inesperado...).
Me has hecho reflexionar con tu comentario, así que en cualquier caso muchísimas gracias!
Saludos y ánimos si estudias el MIR, porque entre tanto anónimo (me incluyo) ya no sé quién es mírico y quién no.
Hése