Desde hace un tiempo atravieso una crisis personal y existencial. Supongo que se nota por lo que voy escribiendo... A todo le falta sentido y no tengo un rumbo claro. Todo acrecentado por lo que supone no saber qué va a ser de mí en los próximos cuatro años (hasta dentro de un mes). Pero no me puedo engañar, mi mayor problema soy yo mismo. Porque si fuera sólo culpa del MIR o de la medicina ahora que estoy de vacaciones tendría que estar bastante contento y feliz y lo cierto es que no es así.
En cualquier caso, he decidido esforzarme por cambiar de hábitos. Esta mañana ya me he levantado con la pereza habitual, pero he decidido irme a correr. He dado pena. No he aguantado más de veinte minutos. Pero bueno, poco a poco espero ir cogiendo forma e ir subiendo de minutos.
Aparte de la forma física he decidido no resignarme a quedarme en casa solo los días que nadie me propone hacer algún plan. Si algún día estoy sin hacer nada en casa, llamaré a gente hasta conseguir un plan. Vale que a veces es difícil, porque yo estoy de vacaciones y la mayoría de mis amigos trabajando, pero también es verdad que algunos están en el paro y con ganas de hacer cosas. Así que nada de seguir entrando en un bucle egocéntrico.
Y aparte de todo eso, también me he propuesto reflexionar, meditar, orar al divino, o como cada uno lo quiera llamar. Pero necesito pararme para tomar conciencia de la situación presente, conocerme mejor y ver qué cosas hago mal y qué cosas necesito cambiar.